Carta de adolescente sirio


Y mirar el cielo constantemente, esperando el sonido del "bum bum" al chocar con el suelo.
Anhelando que no llegue a mi casa, que no llegue a mi refugio.
Y correr, correr y correr más, antes de que me alcance.
Voltear una, dos, tres veces más; cien si es posible, para no perder de vista a mis hermanos, a mis padres.
He corrido constantemente hace ya un tiempo prolongado. Ya no sé lo que significa "hogar".
Mis padres han muerto y sigo corriendo aún más. 
Mantengo a mis hermanos menores cerca mío.
Ya de mi novia no sé nada, ni de su familia. No sé nada de mis amigos de la escuela, no sé nada de nadie.
Me he quedado solo, mis hermanos son lo único que tengo.
No hallamos comida, necesitamos medicina, porque uno de ellos estuvo muy cerca de un misil que cayó donde nos encontrábamos, perdió el brazo. 
"Aprendí en la escuela a hacer torniquetes en caso de emergencia, espero que sirva"- pensé-. 
Pero la sangre no cesaba y mis lágrimas tampoco.
Hemos hallado un lugar para quedarnos, pero no hemos salido hace varios días, debemos buscar comida y medicinas rápido, pero ¿dónde? Lo único que consigo ver son escombros.
Ha pasado ya una semana desde el incidente del misil, mis hermanos han muerto hace un par de horas, uno por falta de medicinas y el otro no aguantó el hambre. Me he quedado solo, sin comida, ni agua.
Me da más miedo salir a buscar comida, que morir aquí. Los misiles no dejan de sonar, las balas no nos dejan en paz; los gritos de terror cada vez son más.  
Ya no sé si seguiré vivo mañana, es mas, no creo que siga vivo en un par de horas, no lo sé. Las fuerzas que poseo son escasas; ya la fe la he perdido. 
Quiero dormir toda la eternidad. 
Me he tapado los oídos y me he recostado en un rincón, ha de llegar mi hora en algún momento.
Los fundamentalistas no pararán y gente inocente como yo seguirá muriendo.

Comentarios

Entradas populares